Quisiera hacer mucho más en un solo día,
consumir las horas con provechosas obras engendradas de prioridades. Quisiera
saberme libre de mis ocupaciones, con responsabilidad realizada y con metas
propias trazadas, dispuestas para mí como buffet colorido en temprana mañana
soleada.
Se van las horas, corren como quien huye de miedo insustentado. Las
veo pasar y me río, pero tiemblo también. Sé que no volverán. Decido esperar,
pero eso no ayuda. ¿Calma?, por lo menos es mejor que la desesperación y la
impotencia.
Pronto espero encontrar respuestas prácticas: ¿qué hacer?, ¿cómo
hacerlo? El menor esfuerzo y la mayor productividad es mi sueño frustrado.
Espero, espero, espero… ¿será lo mejor?
No hay comentarios:
Publicar un comentario